lunes, 2 de noviembre de 2015

Una perra rescató de la basura a un recién nacido.

Qué triste es éste mundo... Una madre tira a la basura a su propio bebé recién
nacido, y una perrita lo rescata...Si los ángeles existen, son perros"... Yo los amo!



Hace días está circulando en la web la noticia de una perra que salvó de la basura a una beba recién nacida, que aún tenía el cordón umbilical.
Ese cordon, es la unión fehaciente con su madre. La cual la abandonó a su suerte, para que alguien se ocupe de darle la única oportunidad si es que llegaba a tiempo.

Y ahí es donde el destino se la da. Una perra la encuentra en la basura, la agarra como así fuera una de sus crias y la lleva a salvo. Le salva la vida. Le devuelve la oportunidad de vivir.
No es la primera vez que ocurre un hecho semejante. Muchas veces los animales nos dan lecciones que nos hacen creer que un mundo diferente sí es posible.

Lo pensamos y re-pensamos y no podemos entender hasta donde puede llegar la crueldad del ser humano. La miseria la vivimos en cada instante, cuando rescatamos cajas con perritos recién nacidos,tambien con el cordón umbilical y con sus ojitos sin abrir; cuando atropellan en la autopista un perro y lo dejan tirado como si su vida no valiera y también cuando abandonan a un animal enfermo.
Evidentemente el que es cruel, es cruel en todos los ámbitos de la vida.
Por eso, pedimos que digamos NO al abandono y SÍ al compromiso con la vida.
No nos acostumbremos a este tipo de noticias.

En la ciudad paulista de Campinas, Brasil, una perra le salvó la vida a un bebé, con pocos minutos de vida, que había sido dejado entre los residuos. La madre del menor es intensamente buscada en la zona.


La historia conmueve al punto que no parece ser una más. El informe dice que todo ocurrió en la ciudad de Campinas, en el estado de San Pablo, Brasil donde una perrita callejera se convirtió en protagonista de un hecho más propio de la ficción que de la realidad. El noble pichicho recogió de la basura a un recién nacido que horas antes habia sido abandonado por la persona que le dio la vida -imposible usar el término madre- y tras recorrer unos cien metros lo dejó en la puerta de una vivienda donde vecinos se encargaron de socorrerlo.

Tras derivarlo con la premura del caso a un centro asistencial cercano, el niño fue compensado y se encuentra fuera de peligro. ¿Seguiremos usando el término animal en forma despectiva?.

Los medios que hicieron trascender la información hablaron acertadamente de un “ángel caído del cielo”haciendo referencia a la perrita que salvó al niño. Y si la historia sacude las entrañas, ver las imágenes del can trasladando el cuerpito del bebé enternecen.  La perra luego de recoger al recién nacido que aún tenía el cordón umbilical lo llevó a la casa más cercana buscando ayuda. La gente hizo el resto.

Paralelamente, frente a tanta emoción, los vecinos de Campinas están indignados por la actitud de la mujer, quien por estas horas es intensamente buscada. Es que repugna el accionar de quien luego de dar a luz, arrojó a su hijo a un basural.

Ante este tipo de hechos vale reflotar una reflexión del novelista escocés Robert Louis Stevenson: “¿Crees que los perros no irán al cielo? Te digo que ellos estarán ahí mucho antes que cualquiera de nosotros”.

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