¿Algunas mujeres son capaces de hacer gemidos y fingir demasiado placer? Púes NO. En realidad es una exageración y así lo demostraron que no es así.
La universidades de Lancashire y Leeds en Inglaterra, las cuales revelaron que la razón por la que ella hacen sonidos durante el sexo, es porque desean tener la atención entera de la pareja.
De igual forma, es una manera de dominar la situación y al hombre en cuestión.
En el estudio entrevistaron a un número no especificado de mujeres de entre 18 y 48 años y dedujeron que la sensación corporal que ellas percibían no les provocaba gritar ni gemir. Sin embargo, al hacerlo la pareja se motivaba, por lo que al darse cuenta de ello lo asumían como parte del acto sexual, replicándolo en las relaciones sexuales posteriores a la primera.
Eso sí, no se trata de un acto consciente, puesto que el cerebro se programa para que en cadaencuentro sexual la mujer produzca esos sonidos que ya sabe que funcionan.
Y por el contrario, el estudio registró que cuando ellas no gimen, los hombres creen estar haciendo las cosas mal y, por ende, piensan en cómo solucionarlo, en lugar de dejarse llevar por el momento.
En resumen, el hecho de que una mujer haga ruidos y gemidos no significa que el hombre esté haciendo un gran trabajo, ni tampoco que lo esté haciendo mal. Es sólo un reflejo, según los investigadores.
Se registró también que cuando ellas no gimen, los hombres creen estar haciendo las cosas mal y por ende piensan en cómo solucionarlo, en lugar de dejarse llevar por el momento. Así que si eres hombre, no te sientas mal si ella no gime, es sólo su reacción natural.
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De igual forma, es biológico que ellas no quieran emitir sonidos cuando llegan al orgasmo y durante la penetración, puesto que los instantes de manipulación del clítoris, el sexo oral y los juegos previos protagonizando las zonas erógenas son los más placenteros.
¿Qué tan intensos deben ser los gemidos?
Esto depende de cada pareja. Ten en mente que utilizar los sonidos puede convertirse en un juego sumamente placentero. Dependiendo de cuánto te exciten los gemidos, puedes guiar a tu pareja para que la intensidad suba o baje, sea más larga o más ruidosa. No obstante, debes considerar qué tanto le gusta a ella o no emitir sonido alguno.
Recuerda que el hecho de que ella haga ruidos y gestos no significa que estés haciendo un gran trabajo y tampoco que esté sumamente cómoda, es sólo un reflejo. De igual forma, si no lo hace, no es porque no lo estés haciendo bien; sino porque el cuerpo femenino funciona así, sin ruidos que nazcan de manera natural.
La pornografía, la literatura y el cine han hecho que la mente humana se moldee de tal modo que sus contenidos influyen en el día a día. Por ello parece comprensible el hecho de que ellas crean que es importante gemir y claro, son, al mismo tiempo, los responsables de que tú también lo creas. Ahora sabes que los gemidos de los que tanto te cuidas en Internet no son reales.
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